Porque amo Blogger y odio Wordpress

Como el 99% de los blogueros del mundo inicie mi primer blog en Blogger de Google. Luego navegando por la web encontré comentarios maravillosos sobre Wordpress. Que Wordpress te da más opciones, que Wordpress tienes más plugins, que Wordpress se peina con la raya al lado.

Me paso al lado oscuro de la web

Con tanto comentario positivo me pase a Wordpress y cree un blog . Y es verdad que puedes diseñar blogs más bonitos y tienes cuarenta millones de plugins. Una comunidad de desarrolladores bestial y un millón de expertos que te ayudan.

Como todo bloguero, me puse a escribir. El trabajado de un bloguero es escribir. Y me puse a escribir buenos post y generar contenidos multimedia. Hice mis videos y mis audios. Y luego me puse a esperar que llegaran las visitas. Pero las visitas no llegaban. Y nadie comentaba y estaba más solo que un freak en una fiesta. ¿Qué él freak soy yo?

¿Algo falla? Efectivamente. Fui al foro de Wordpress lleno de expertos y pregunte qué pasaba. Pasa –dijeron, en tono tranquilo- que te falta el pugin SEO Para Idiotas (este plugin no existe). Wordpress no es muy bueno en el aspecto SEO. No se indexa muy bien en los buscadores.

Haciendo caso de los sabios, voy corriendo a mi blog e instalo el fabuloso plugin. Por fin, todas las páginas del blog están indexadas en Google. En uno o dos días mi tráfico aumenta y caen dos o tres comentarios. Salto en una pata. Soy un bloguero feliz. Por fin contacto humano (es una manera de hablar).

Unas semanas después, mi trafico vuelve a caer por los suelo. ¿Qué pasa? pregunto a los sabios de Wordpress en el foro. Pasa- contestan – que con los plugins que has instalado, tu blog se ha vuelto muy pesado. Como tarda mucho en cargar, Google le ha bajado la calificación y ya nadie te lee.

No pude más que decir amen a mis amigos foreros. Y ¿Qué hago rogué? Compra un hosting más profesional. ¿Más profesional? pero si tengo la versión pro - insistí. Aaaaaaaaaaaaa entonces necesitas un servidor dedicado, respondieron al unísono. Pero eso vale una pasta – conteste con un lagrimón, rodando por mi mejilla. Ese es tu problema- sentenciaron.

Arrastrando un poco las manos, escribí unos cientos de post más, esperando el milagro de tener un puñado de lectores. Nada.

Vuelve el hijo prodigo a Blogger

Como soy un bloguero cabezón, volví a los feos diseños de Blogger. A mí lo que me gusta es escribir y que me lean. Antes de tener 100 post ya tenía cientos de lectores todos los días. Y lo mejor es que ya no pago hosting. Utilizo mi propio dominio (3 dólares) y una herramienta profesional para suscribirlos a mi lista. Nada más. En definitiva amo Blogger porque me hace estar en contacto con mis lectores y odio Wordpress porque no soy ingeniero.