El problema de Don Perfecto es que por querer escribir muy
bien se queda paralizado y no escribe nada. Este post no es un alegato a favor
de hacer las cosas mal o no revisar el blog, de lo que hablo es acerca del
perfeccionismo. Ser perfeccionista
limita la capacidad creativa y por lo tanto, nos impide desarrollar grandeza.
Un punto intermedio
Entre el perfeccionismo y la despreocupación total, existe
un punto intermedio, la creatividad. Para poder
ser creativos y sacar el máximo potencial de nuestras habilidades
necesitamos mejorar constantemente. Pero
esta mejoría empieza cuando somos creativos, cuando impedimos que el editor
interno nos corrija a cada instante.
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